Con el objetivo de sensibilizar a la ciudadanía sobre la prevención de residuos y aumentar su impacto real, cada mes de noviembre se celebra en toda Europa la Semana Europea de la Prevención de Residuos, con el impulso de actos comunes en todo el continente, basados ​​en una misma metodología. Este año la Semana, que ya llega a la decimosexta edición y se celebra del 16 al 24 de noviembre de 2024, hace énfasis en la importancia de luchar contra el derroche alimentario. El lema de este año es “¡Desperdiciar alimentos es de mal gusto!”.

La Semana Europea sirve en general para dar a conocer estrategias de reducción de residuos y la política de la Unión Europea y de sus Estados miembros en esta materia. Por ello, durante estos días se fomentan acciones sostenibles para reducir los residuos en toda Europa, se hacen públicas las tareas llevadas a cabo por los diversos actores mediante ejemplos concretos de reducción de residuos y se busca cambiar el comportamiento cotidiano de los europeos en cuanto a los hábitos de producción y consumo.

¿Por qué luchar contra el desperdicio alimentario?

Cada año los estados de la Unión Europea producen más de 58 millones de toneladas de residuos alimenticios, que corresponden a 131 kg por habitante. Estos datos son aún más excepcionales si tenemos en cuenta que más de 37 millones de personas ni siquiera pueden permitirse una comida de calidad cada dos días.

A nivel mundial, un tercio de todos los alimentos producidos para el consumo humano se desperdician. Si se tienen en cuenta los datos del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, en 2019 se produjeron alrededor de 931 millones de toneladas de residuos alimentarios, que representan el 17% de la producción total de alimentos en todo el mundo. Además, la mitad de los residuos alimenticios se producen en los hogares, en el ámbito de la restauración (restaurantes, cáterin) y al por menor (supermercados, tiendas).

Los impactos económicos y ambientales de este derroche son muy altos, insostenibles desde un punto de vista global. De hecho, para los residuos alimenticios producidos anualmente en Europa, existe un valor de mercado asociado de 132.000 millones de euros. Además, el desperdicio alimentario tiene consecuencias en términos de emisiones de gases de efecto invernadero relacionadas, por ejemplo, con el uso de tierras de cultivo, recursos de agua dulce y fertilizantes para la producción de alimentos.

Por todo ello, la European Week for Wast Reduction (EWWR), que promueve esta celebración, ha decidido este año unir fuerzas para cambiar la forma en que se producen, consumen y distribuyen los alimentos en Europa. Mediante acciones e iniciativas inspiradoras, toda la comunidad de EWWR (administraciones públicas, empresas privadas, asociaciones, escuelas y ciudadanos) debe comprometerse a repensar su relación con la alimentación y aumentar su concienciación sobre el impacto ambiental, económico y social del desperdicio de los alimentos.

Recursos sobre la XVI Semana Europea de la prevención de Residuos

En la página web de la European Week for Waste Reduction se puede encontrar información sobre cómo participar en ella y también herramientas de comunicación gratuitas para promover las acciones de la Semana, el proyecto EWWR, así como actividades para sensibilizar sobre la prevención de residuos a lo largo de todo el año.

Por otra parte, en la web de la Agencia de Residuos de Cataluña existe información diversa sobre cómo participar en esta celebración y aquí se puede recuperar el vídeo (en catalán) de la Jornada “Recursos para la XVI Semana Europea de la Prevención de Residuos: Despilfarro alimentario”

Por último, en la página web de la Diputación de Barcelona se incluye un amplio catálogo de recursos de apoyo a proyectos pilotos y a acciones puntuales presenciales y virtuales impulsadas por este organismo.