La madera en bruto se utiliza con frecuencia para el embalaje, lo que puede constituir una vía para la introducción y la diseminación de organismos nocivos. Dado que el embalaje de madera es a menudo reutilizado o reciclado, resulta difícil determinar el verdadero origen de cualquier parte del embalaje.
Este fue el motivo por el cual la Convención Internacional de Protección Fitosanitaria de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) adoptó en 2002 la Norma Internacional para Medidas Fitosanitarias NIMF nº 15, revisada en el año 2009, relativa a la reglamentación del embalaje de madera utilizado en el comercio internacional.
Así pues, muchos países exigen para sus importaciones que los embalajes de madera vengan certificados (se puede consultar el listado aquí). Para ello se utiliza la anteriormente mencionada Norma Internacional para Medidas Fitosanitarias NIMF nº 15, en que se describen los métodos de tratamiento de la madera, que actualmente quedan reducidos a los tratamientos térmicos por calor y el uso de gases (fluoruro de sulfurilo o bromuro de metilo, para los cuales ya se están buscando tratamientos alternativos más inocuos para el medio ambiente).
Siempre preocupados por la mejora y el cuidado del entorno, en ECO4US apostamos por la reutilización y el reciclaje, y tratamos pertinentemente la madera de nuestros palets según la normativa vigente. Con la aplicación adecuada de los tratamientos establecidos, contribuimos a evitar la dispersión de las plagas y sus efectos negativos para la biodiversidad.
Tal y como se explica en su introducción, la NIMF nº 15 “describe las medidas fitosanitarias que disminuyen el riesgo de introducción y/o dispersión de plagas cuarentenarias asociadas con la movilización en el comercio internacional de embalaje de madera fabricado de madera en bruto. El embalaje de madera regulado por esta norma incluye la madera de estiba, pero excluye el embalaje fabricado con madera procesada de forma que quede libre de plagas (por ejemplo, madera contrachapada)”.
Según los autores del documento, “las medidas fitosanitarias aprobadas que disminuyen considerablemente el riesgo de introducción y dispersión de plagas a través del embalaje de madera consisten en el uso de madera escoltada (con una tolerancia especificada para la restante corteza) y en la aplicación de tratamientos aprobados”, los cuales se prescriben en el Anexo 1 del documento. Asimismo, la aplicación de una marca reconocida, según se prescribe en el Anexo 2 de la norma, “asegura la rápida identificación del embalaje de madera que ha sufrido los tratamientos aprobados”, donde se describen los tratamientos homologados, la marca y su utilización.
Se puede ver el documento de la norma completo en Reglamentación del embalaje de madera utilizado en el comercio internacional.
Así mismo, se debe recordar que es necesario estar inscrito en el Registro Oficial de Operadores de embalajes de madera (ROEMBA) para poder realizar los tratamientos y certificarlo oficialmente. Se puede acceder a la página del Ministerio en que se describe la información, normativa y cómo registrarse pinchando aquí.